Lentejas con Tofú
Ingredientes para 4 raciones:
1 taza de lentejas
1 bloque de tofu
1 cebolla (o un puerro)
3 zanahorias
1 apio
1 tomate
1 cucharada grande de miso
Aceite
Sal y tomillo
2 cucharadas de salsa de soja
Alga Kombu
2 cucharadas de salsa de soja
Alga Kombu
Preparación:
Lo primerísimo de todo es dejar en remojo las lentejas un día antes o de la mañana para la noche. *^_^*
La receta en sí comienza on la precocción del tofu. En un libro leí que el tofu no es queso y no
se debe comer crudo, por un rollo de energías, que había que cocinarlo
antes. Así que cortamos el bloque de tofu en 4 porciones y bien cierto es que parece un queso blanco, verdad? Pero no sabe a nada. El tofu absorve el sabor de lo que está a su lado.
En un cazo, cubrimos con agua el tofu. Añadimos dos
cucharadas de salsa de soja, alga kombu y lo llevamos a la ebullición. El alga no le da sabor, simplemente hace que la comida sea más digestiva, de hecho, en la receta original recomienda que las lentejas estén en remojo con agua y kombu. Por cierto, y como os podeis imaginar, yo no soy vegetariana, pero me encanta la comida vegetariana, así que de vez en cuando algo cae, más que nada me parece que tienen ideas fantásticas para que los niños, digo maridos, coman verdura sin protestar.
Lo dejamos cociendo diez minutos y luego lo retiramos del fuego, escurrimos y dejamos enfriar. Mientras tanto, en una olla profunda empezamos con el meollo de las dichosas lentejas. Lo primero, cortamos en este caso el puerro fino y lo ponemos a saltear en poco aceite con una pizquita de sal.
Lo dejamos hacerse a fuego medio unos diez minutos, hasta que este meloso completamente. Luego añadimos el tomate, escaldado, pelado y cortado en cachitos. Solo tenía un tomate en casa, y pedía ser para ensalada, así que fui a lo fácil y añadí un cacito de tomate frito.
Dejé que cociera a fuego lento otros diez minutos, dando vueltas para evitar que se pegara. Mientras tanto trocee las zanahorias y el puerro; además escurrí y relavé las lentejas.
Revolvemos todo, y dejamos que hierva. Yo lo dejo tapado y cocinando a fuego lento durante dos horas. Mientras tanto voy preparando el otro ingrediente raro de las lentejas: el miso. El miso es una pasta fermentada de soja que se utiliza mucho en Japón, y sirve para darle sabor a las cosas, espesarlas o actuar como una nata si fuese miso blanco. El que yo tengo es miso rojo... o más bien negro. *^_^*
Pongo una cucharada generosa de esta pasta en un cazo que tenga agua caliente del grifo, con una cantidad, así como para taparla, y la dejo fuera del fuego, para que se vaya deshaciendo, que le lleva su tiempo. Así es como termina quedando.
El tofu es el chorizo en esta receta, así que para que quede más rico lo vamos a freir para que esté crujientito y algo más duro de lo que es. Lo cortamos en cuadraditos
Sacamos el tofu del aceite y lo dejamos enfriar sobre un papel absorbente. Ya han pasado esas dos horas y las lentejas ya están o casi. Ahí añadimos el tofú y lo integramos en el guiso.
Dejamos media hora más a fuego lento. Por último añadimos el miso. Pero hay que tener cuidado. El miso no debe llegar a hervir nunca porque modificaría completamente el sabor, y eso es MALO.
Así que en cuanto lo añadimos bajamos el fuego al mínimo, removemos para integrarlo bien, y apagamos la cocina. La mía es eléctrica así que con el calor remanente aún queda ahí un ratito calentitas. Yo las cocino de noche para comerlas al día siguiente. Creo que las lentejas es un potaje que se asienta mejor con el tiempo.
Y he aquí mi plato de lentejas.¡¡¡ Ñamñam!!! Os aseguro que están exquisitas a pesar de que el aspecto no sea para tirar cohetes. Ideal para estos días de frío extremo, un aporte completo de vitaminas, minerales, proteína vegetal, carbohidratos y su puntito de aceite de oliva. Tiene tofu y miso que son derivados de la soja y por la tanto, tal como nos recuerdan los de Danone cada dos por tres, ideales para las mujeres. *^^*
Besitos y nos leemos muy pronto.