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lunes, 12 de septiembre de 2011

El ataque de la niña Gremlin

Tengo que proponer definitivamente que los fines de semana queden abolidos:

 El viernes, porque ya llevas toda la semana portándote bien, comiendo sano, haciendo ejercicio, pues vale, nos vamos a cenar fuera, y yo no sé como cocinan fuera de casa, pero en la guía de alimentos presuponen que todo lo deben freír en litros y litros y más litros de aceite porque  de repente marcas dos platillos y ves que ya te has pasado de lo que podías comer para la cena... ¡¡¡ De dos días!!!

El sábado, se cambia el ritmo, el marido está en casa, no vamos a salir, hay que limpiar en profundidad y para comer... no me apetece hacer de comer. Curiosamente tengo unas albóndigas del Ikea, que se hacen en el microondas y de repentes las albóndigas que te has comido tan ricamente son una bomba de relojería, y no digamos la salsa de nata o la confitura de arándanos. Puffffffffffffffffffffff!!! No os compreis nada en la tienda de comida del Ikea a menos que no estéis a dieta, porque si no al día siguiente tendréis unos remordimientos muy grandes. Además, si el sábado no quiero cocinar, no te digo si tengo ganas de hacer la cena... en el congelador tengo una tempura de langostinos que si la hago con la actifry son solo... 12pts ( Y yo tengo 27 para todo el día, y se me fueron con las malditas albóndigas del Ikea!!!!)

El domingo es una ruleta rusa. Puede que mis padres vengan a comer o puede que no. Puede que te digan que si y preparas comida para cinco y luego no aparezcan y te tengas que comer esas tres raciones extra el resto de la semana, pero vamos, que sigue sin apetecerme cocinar y si por mi fuera convencería a mi marido de irnos a comer fuera, pero claro... él sabe lo de un restaurante a la semana y ya hemos ido el viernes, y ahí  mi peluda piel se empieza a transformas en escamas verdecinas y mi voz terciopelosa y arrullante empieza a sonar como una sierra desdentada y ya está aquí, ya llegó, la pequeña Gremlin salió del armario y mi marido tiene que lidiarla. Casi podría coger el lazo de atrapar al gato y encerrarme en mi habitación porque hecho sapos y culebras por la boca. ¡¡¡QUIERO COMER!!! ¡¡¡QUIERO COMER LO QUE ME SALGA DE LAS GÓNADAS!!!! ¡¡LO QUIERO YA!!!! pero como soy una mujer previsora, a parte de la comida basura anteriormente señalada ya no hay nada en casa, no me puedo poner hasta arriba de patatas fritas, porque tendría que cocinarla, no puedo tomarme el bacon crujiente que se me antoja porque no tengo en casa, ni galletas de mantequilla, ni tortas de Alcalá, ni unos míseros canelones congelados... Si quiero comer tengo que cocinar...

El lunes tengo el estómago revuelto, mi cuerpo ansía volver a la normalidad, quiero ir al gimnasio, salir fuera de casa, tengo que hacer la lista de la compra y planear unos cuantos menús para esta semana y tengo que mirar que hago con los fines de semana. ¿Nadie quiere prohibirlos???

3 comentarios:

  1. Jajaja....me temo q tu idea de prohibir los fines de semana no vaya a tener muxos adeptos....yo optaría por prohibir a las señoras mayores que en los autobuses se ponen a hablar a voz en grito, eso q ahorrariamos en contaminacion acústica no?
    Bueno wapa mucho animo y sigue asi q ya veras cm lo consigues.Un besazo

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  2. Los fines de semana son lo peor para las dietas, porque apetece salir y para una vez que sales tampoco te vas a privar, tampoco se tienen ganas de cocinar... en fin es un desastre.

    Cuando tenga algunos pañuelitos más hago una entrada de como ponérselos ^^ así le sacamos partidos a los tuyos :)

    Un beso!!

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  3. Ayyy ese pequeño y ansioso gremlim que llevamos dentro al que le encanta salir a pasear los domingos. Aburrimiento es igual a ganas de atracón y las ansias son muuuuuuuuuuuuuuuuy chungas... en fin, que te voy a contar que tú no sepas.
    Pero chata, lo de prohibir los findes, no mola nada nada jijijijijiji

    Mejor programar los domingos para hacer algo útil... como jugar al rol jejejeje.

    Un beso guapa!!

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